sábado, 24 de agosto de 2013

Los repositorios digitales

Ese movimiento a favor de lo Recursos Educativos Abiertos no sólo se tradujo en esa política de "puertas abiertas" de los materiales y contenidos de los cursos. También presionó a las instituciones académicas, especialmente a aquellas financiadas con dinero público, a publicar en abierto los resultados de sus investigaciones y producciones académicas. Simultáneamente, surgieron proyectos editoriales y bibliotecarios cuyo objetivo era, precisamente, recopilar y catalogar toda esa producción académica en línea, para así poner la ciencia al alcance de todos. Un sueño al que ni siquiera el Renacimiento o la Ilustración se atrevieron del todo. 

La cosa no se quedó en papel mojado. Diferentes iniciativas gubernamentales ya han aterrizado la utopía. En Estados Unidos, por ejemplo, la Public Library of Science (PLoS), creada en el 2000, capitaneó la lucha por la publicación digital en abierto de los artículos de revistas científicas arbitradas. El siguiente párrafo está tomado de su manifiesto inicial:
 We recognize that the publishers of our scientific journals have a legitimate right to a fair financial return for their role in scientific communication. We believe, however, that the permanent, archival record of scientific research and ideas should neither be owned nor controlled by publishers, but should belong to the public and should be freely available through an international online public library.

En Europa, el manifiesto firmado por la Comisión de la UE en el 2012 se tradujo en cada país en leyes concretas que obligaban a las universidades y centros de investigación públicos a colaborar con la distribución en abierto de todas sus publicaciones. Así que los académicos, si quieren seguir recibiendo lana para investigar, tienen que garantizar que sus artículos y estudios estarán disponibles para cualquier usuario en internet. ¿Dónde? En unos espacios digitales que funcionan como una biblioteca en línea que te permite encontrar los artículos de tu interés y descargártelos (en pdf, normalmente) sin coste o restricción alguna. 


Y aquí entra México en juego. Porque el repositorio científico más consultado en el mundo hispanohablante, oh, sorpresa, es una aportación mexicana, en concreto de la Universidad Autónoma del Estado de México. Hablamos de REDALYC, que da acceso a más de 800 revistas científicas y casi un total de 300000 artículos de todos los países iberoamericanos. O sea, acceso al conocimiento académico en español sin gastar nada más que nuestros ojos en el intento. 


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