domingo, 25 de agosto de 2013

MOOC: Coursera y EDX

Una nueva palabreja del argot digital: MOOC. El acrónimo significa Curso en Línea Masivo y Abierto (Massive Online Open Course) y desde que dos de los grandes revolucionarios de la educación, Siemens y Downes, ofrecieran en abierto en el 2008 su curso sobre conectivismo (con más de 2300 alumnos inscritos!) el fenómeno ha crecido como la espuma.

Son cursos ofrecidos en línea (por una universidad, por un particular) que abren sus puertas a cualquiera que quiera tomarlos y que no suelen exigir prerrequisitos ni tampoco un compromiso o participación plena. Eso depende del "alumno". Su nacimiento, en gran parte, estuvo ligado a la plataforma de Moodle, en la que cualquier persona puede ofrecer ciertos contenidos de enseñanza (videos, lecturas, ejercicios) y organizar grupos de participantes.

Pero el salto de calidad lo dieron Coursera y edX, dos plataformas que permiten acceder a cursos de prestigiosas universidades (sobre todo estadounidenses) y que, a diferencia de los Opencourseware, no sólo ofrecen algunos contenidos parciales del curso sino el curso mismo, diseñado para ser seguido online. 

Las ventajas son obvias: uno puede tomar cursos de todo tipo, desde Criptografía en Stanford a Mecánica Cuantica en Berkeley impartidos por algunos de los mejores especialistas en esos campos y hacerlo a tu manera, o sea, desde tu casa, por ejemplo, a la hora que gustes, y con el grado de autoexigencia que quieras. Además, en algunos casos puedes recibir incluso un certificado de esos cursos, siempre que cumplas con ciertas exigencias (normalmente exámenes online y presentación de algunas tareas). 

Una nueva experiencia de aprendizaje que algunos preconizan como el fin de la escuela tal y como la hemos concebido en los últimos tres siglos.

2 comentarios:

  1. Ignacio de Luzán Claramunt de Suelves y Gurrea26 de agosto de 2013, 15:27

    Ajá, ésas son las ventajas. ¿Y las desventajas? Ha habido muchas reacciones a estos cursos, y muchas críticas...

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  2. Hola, Ignacio. You're right! Te comento que este blog lo hice este fin de semana porque mañana imparto un taller de capacitación a profesores de la UDLAP y la tentación de ensalzar estas nuevas posibilidades educativas es demasiado tentadora....pero estoy contigo, no se vale sólo hablar del lado prometedor sin apuntar también los riesgos y las decepciones.
    Acá va una lista, casi a modo de lluvia de ideas, sobre las contras que yo les veo:
    - A menudo no hay filtros que garanticen qué cursos valen la pena y cuáles no
    - A veces estos cursos reproducen una serie de contenidos docentes que poco tienen que ver con la innovación... como dicen Lankshear y Knobel, son vino viejo en botella nueva
    - El hecho de ofrecer cursos universitarios de manera gratuita desvirtúa de alguna forma, tal vez, el derecho de un especialista,d e un profesor, de recibir remuneración por su trabajo. Refuerzan esa cultura del "todo gratis" que, curiosamente, sólo se aplica a los servicios y productos culturales
    - Se pierde la relación profesor-alumno, reproduciendo en línea el mismo problema que se observa en los sistemas educativos masificados
    - la libertad en el grado de participación del alumno es un arma de doble filo: resulta fácil entrar y salir del curso, en una especie de "zapping" intelectual tan típico de esta época, con el riesgo de no sembrar nada valioso
    ... ummm... ¿se te ocurre algo más?
    Mil gracias por el interés!!

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